Por Fernando Ressia
El 15 de febrero de 2012, el oficial Rodrigo Valente llegaba a una casita del Barrio Mitre con un objetivo concreto: arrestar a Vitorio Tapia, de 16 años. Avanzó por la puerta, escoltado por 30 oficiales del Grupo Especial de Operaciones de la Policía Federal (GEOF), sin orden de allanamiento y violando todos los principios legales. Cuando entró en una habitación donde había un pibe durmiendo disparó sin piedad. La víctima resultó ser Stefano, hermano de Vitorio, que recibió el impacto de bala que terminó con su vida mientras dormía. A un año del crimen, hablamos con Claudia, la madre de este joven de 19 años que militaba en Colectivo Militante, estudiaba Ingeniería, daba clases de tango y trabajaba en la colonia de vacaciones de la UBA.
¿Por qué buscaban a Vitorio?Estaba acusado por asesinato porque en un forcejeo que tuvo con otros pibes se disparó una bala que le rozó la cabeza a otro. La denuncia la hizo un policía del Hospital Pirovano, ni siquiera fue la víctima de la bala, que es amigo de la familia.
¿Cómo te enteraste de la muerte de Stefano?Fue bastante después de que lo hubieran matado. Hicieron todo a escondidas, incluso se llevaron el cuerpo de Stefano en una bolsa mientras yo estaba durmiendo con mi marido y mis otros hijos. Pude reconstruir el hecho porque mi suegra me contó todo, que lo vio desde la ventana de su pieza. Cuando nos enteramos fue desesperante. Eran como 30 los policías del GEOF. Yo estaba arriba, me cambio, bajo y había como 20 miembros de infantería, nos pegaron y tiraron gases pimienta a mí y a toda mi familia y se llevaron a todos presos: a mis hijos y a mi marido. A la abuela no la dejaron acercarse al cuerpo de su nieto. Eso es privación ilegítima de la libertad. Cuando veo a los gendarmes, que estaban vestidos de guerra, nos sacaron a todos a las piñas. A mí hijo más chico lo sacaron entre 7 y empezamos a tirar piedras y nos tiraron gas lacrimógeno en la puerta de la casa. Ahí tuvimos que sacar a todos porque se expandió por todos lados. Al principio, yo pensaba que estaban revisando la casa, pero no, lo mataron y se lo llevaron. Ahí entra un señor y plantan un arma, mi suegro lo vio. Mi hijo no tenía arma.
¿Cuánto tiempo detuvieron a tu familia?A Vitorio se lo llevaron ese día y lo tuvieron encerrado unos meses. Los demás quedaron detenidos hasta las 8 de la noche. Yo quedé sola y me fui al hospital, y todavía estaba la cana en casa.
Por lo que contás hubo muchas irregularidades en el operativo.

¿Stefano quedó con vida después del tiro?Cuando llegó allá estuvo vivo hasta las 11 de la mañana del otro día. En un momento hablé con el médico y me dijo que se iba a morir. Yo me negaba a creerle. La bala le había sacado un riñón y la mitad del hígado. Me negaba a creer que se iba a morir, pero los médicos me dijeron eso. Yo pensaba que se iba a salvar. Me dejaron verlo y le pedía que vuelva con todo mi corazón, mientras le hacía mimos. En un momento pensé que estaba respirando, que había un milagro, y una enfermera me dijo no me haga ilusión. De alguna manera siento que se despidió de esa forma.
¿A qué se dedicaba?Militaba y trabajaba en la colonia de la UBA y estudiaba para ser ingeniero. Era un chico muy raro; siempre le gustaron las estrellas, la tierra, siempre mirábamos juntos Discovery Channel y estaba atento a todo lo referido a la naturaleza. Era un pibe muy especial. También bailaba tango. Yo no sabía, pero lo hacía. Se iba los fines de semana a la casa de un amigo y no me decía nada. Y ahí se iban a las milongas. Él ensayaba tango y bailaba. También tenía un ofrecimiento para ir a Japón a enseñar a bailar. Ahora tengo muchos videos de él bailando, son muy emocionantes. Él era muy reservado, no se le podía sacar una palabra. Al velatorio vinieron muchas personas tangueras que lo respetaban mucho. Fue muy fuerte enterarme de esa faceta. “El Ángel”, le decían en donde bailaba. Nadie podía entender por qué le pasó esto a él, siendo tan buena persona. Tenía como proyecto enseñar tango en la colonia de verano. Le hicieron una placa en el Colectivo, los compañeros de la pileta, diciendo que nunca lo iban a olvidar.
¿En qué estado está la causa?

¿Van a armar alguna actividad por el aniversario del asesinato?Sí, el 15 se cumple un año y vamos a hacer con el Ministerio de Seguridad un acto y un mural de Stefano. También van a haber choris. Van a estar las murgas del barrio y compañeros de tango de mi hijo, que le quieren hacer un homenaje.
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